viernes, 26 de junio de 2015

La leyenda del labrador

Delante de la actual iglesia de San Hipólito se encontraba un foso fortificado,  que protegía la calzada de Tacuba, la cual conectaba a Tenochtitlán con tierra firme.

En dicha ubicación se levantó la ermita de Juan Garrido, en conmemoración  de los hechos de la noche  triste. Después fue llamada de los mártires, y finalmente,  el 13 de agosto de 1521 fue dedicada a San Hipólito.

Según se puede observar  el relieve que se encuentra en la esquina de Paseo de la Reforma y la avenida Hidalgo, cuenta la leyenda de la caída del imperio mexica  y de su tlatoani,  Moctezuma II.

En Texcoco, un indio trabajaba en su milpa,  cuando una águila lo tomó por el cabello y lo condujo hasta una cueva, donde un hombre le muestra al tlatoani, indiferente y soberbio ante su pueblo.

El hombre le ordena quemar la pierna de Moctezuma, ante lo cual continúa sin sentir nada. El ente exige  al indio que regrese y le de un mensaje importante, sus días como emperador pronto acabarán, gracias a su incompetencia.

El águila devuelve al hombre a su tierra y aconseja al indio que olvide ningún palabra del mensaje.

El indio se presenta ante el,  y replica el mensaje. El rey recuerda un sueño donde un hombre le quema la pierna, al revisar,  comienza a sentir gran dolor y ordena que encierren al hombre y no se le alimente, muriendo de hambre.

Eso es lo que describe el relieve,  el viaje de aquel indio, en garras del águila sobrevolando por encima de armas mexicas.

Como remate tiene un escudo que marca la fecha de la conquista,  13 de agosto,  fundación  de la ermita, consagrada a San Hipólito e iniciando la construcción de la actual iglesia en 1599.

Referencias

González Obregón, L., (1992), México viejo. Ciudad de México: Alianza Editorial.